CICLO
El sol s'entreviene en algunas caras, il.luminando su mirada, aunque algunas ya parece imposible.. La luz de su mirada se desvaneció al desvanecerse su hijo, los ojos no intentan engañar a nadie, ellos hablan su lenguaje, entendiendose con otros sin que su mente se de cuenta, o si? quien sabe.. alomejor es la única via que tiene el alma para sacar a fuera su tristeza, una via directa al negro más profundo, sin su verde.
Marta estaba en el tren, mirando, lejos; tan lejos que podia observar como las hojas se ponian amarillas, color fuego, dejandose soltar po el viento..
Luego ella encontró su parecido, era libra, de aire, hecha para ayudar al ciclo de la vida: un pequeño soplo de aire bastaba para que se cayera una hoja, al suelo; componiendose para crecer otra vez en forma de árbol, haciendose hoja; una y otra vez..
Sintiendose por un momento parte del mundo.
ANSIEDAD
Estaba inquieto, deseaba que se abriera la puerta, buscar un asiento, ràpido, con ansiedad; tanta como justo el momento antres de tener un orgasmo, una de esas sensaciones ansiosas entre el placer y el egoismo, de que llegue el momento en que al abrir el libro, las palabras yeran justo debajo su pecho, abriendose. Llenando una ansiedad nueva para él -mejor- pensaba, -distinta-. Solo conocia la que no le dejaba dormir, ni adentrarse en ninguna película de domingo por la tarde. Solo el pensamiento conectado al pensamiento, sin fisuras en las que desconectar.. Se quedaba quieto, intentando disimular o enganyar a su propia mente, deseando que pasara de lejos.
Notaba como un sudor frío le entraba por los hombros, y se manifestaba en las manos encogiendo antes el corazón. Ya está, ahora ya no podia hacer nada, sólo le quedaba la aceptación; sinó la situación seria peor..
- tranquilo, sólo es ansiedad, lo comprendo, ésto va a pasar, alfredo, tranquilo. se dice asi mismo.
En esos momentos el mundo dejaba de existir, los latidos del corazón no le dejaban ver más allá de la sensación inquietante. Así paso un buen rato, haciendo no hacer nada, intentando no sentir, deseando el final de la crisis, intentando aceptarlo.
Hoy no era así, la ansiedad era placentera, quedandose más y más a gusto, al ir girando cada página; descubriendo, compartiendo.
HARE KRISMAS comedor del templo
He vuelto. He vuelto a comer en casa lejos de ella..
El sonido de la pandareta y de las tablas alimentan mi espíritu, mientras alimento mi estómago. Un piso enmedio de la ciudad, en una calle estracha, sin luz y con un comedor con onze pequeñas mesas, viendo a través del cristal una galeria, viendo a través de la galeria los platos sucios, ya al cocinero ordenando ya las cosas..
Es tarde. Sólo quedamos el camarero con un amigo, sentados, comiendo; y yo. Eceptuando la pareja de enamorados de delante, recogiendo ya sus cosas..
Hay un ambiente de festividad, muchos colores con muchos gustos llenan los platos y los cuadros religiosos decoran la casa con escenas cotidianas, idealistas, pero siempre llenas de paz; no de sufrimiento.
He vuelto. No se si para recordar, no se si para darme cuenta de que ya no estás.. o tal vez, quien sabe? para sentirme contigo.
TE, CON LECHE
- Un te es posible?
Así comienza la história.. con un te de canela con leche, en un bar del raval.
Ella degustaba poco a poco el sabor del limón dulce, con canela; mientras oía a hablar a los trabajadores comiendo. Uno le contaba a otro que conocía a una chica que cuando bebia te empezaba a reirse, de una manera exagerada. Primero empezaba con una sonrisa, seguida de una y otra carcajada que intentaba aguantarse. Y ya, cuando no podía más se dejaba ir, moviendo todo su cuerpo al ritmo de las risas, balanceandose, cortando el aire, comiendoselo.. y comiendo todas las penas que había en él. Le entraban por la boca, yendo a los pulmones, dónde se transformaban en confetis, un color para cada pena; y luego le aparecian dentro de las manos para poder repartirlas, para poder comprenderlas.
Había tantas penas, que a veces no encontraba dueño para todas, así que las dejaba sobre la mesa, para que la gente las pudiera ver y oír y sentir.. al final no quedaba ninguna; cada persona se sentía identificada con alguna, sólo hacía falta canviar los nombres.